domingo, 4 de septiembre de 2011

Anyone, anytime. Somewhere over the rainbow.

No es cuestión de plantearse la vida como tanta gente se la ha planteado siempre, porque nunca se ha llegado a una conclusión exacta.
El error está con nosotros y nace vive y muere entre nuestro ser; ¿quizá somos el error?
Una persona puede vivir... ¿Cuánto? Una media de 80 años según la vida que haya tenido y disfrutado. Digamos que los placeres de la misma y los “pecados capitales” son muy tentadores (y eso que no he comentado nada acerca de los fumadores, la gran perdición de la humanidad…).

Mi abuelo murió a los 62 años de una embolia. Yo era un crio de 8 años que solamente pensaba en jugar y pasárselo bien, que ni si quiera valoraba lo que era el amor, el respeto, el cariño, o la amistad.

Cuando ésta persona tan importante para mi falleció; carecí de valor para seguir con mi vida de niño, y maduré (desgraciadamente en la vida uno aprende a base de bien, si no meditas sobre ti mismo y sobre tu existencia, si no haces vida de sabio, solo a base de golpes emocionales puedes crecer psicológicamente) . Pasé de ser un crio a ser un chaval, o incluso a ser un hombre (o como decían en aquellos tiempos los de mi alrededor, un “hombrecito”).

Pasé de vivir en la ignorancia (bendita ignorancia) a ser testigo de la más miserable forma de existencia. Me di cuenta que mi abuelo, moribundo; no había querido que le viera en ese estado y fue solo por dicha razón por la que nunca supe nada hasta que me oficialmente dejó de respirar.

Y… Tras su último aliento, elevo mi alma con él al cielo para que le acompañe en su viaje y le dedique mis mejores palabras y mis más profundos sentimientos.


Tras momentos tan duros como éste, solo te apoyas en las amistades más cercanas, y quizá ni tan si quiera quieres apoyarte en ellas. A mí siempre me ha gustado estar solo para poder pensar en las cosas y reflexionar. Estar tranquilo, sentir la brisa, mirar las estrellas…
Compartir ciertas experiencias con amigos es algo muy gratificante y que ciertamente gusta mucho, al menos a mí, y creo que a ellos también les gustaría (¿ si no , por qué hacerlo? )
así que supongo que a todo el mundo le gusta pasar un rato de vez en cuando con los amigos. Está bien, mientras no sea demasiado, y haciendo demasiadas tonterías.
Hay que tener en cuenta en una buena amistad, que al fin y al cabo es una relación, de amigos, si , pero es una relación. Por lo que siempre será un estira y afloja. De éste modo nunca tendremos que hacer peleas de ningún tipo , y menos por tonterías , porque como dijo el gran maestro Ghandi:
“ An eye for an eye , makes the whole world blind”
Y supongo que nadie quiere acabar ciego.

Aunque ciertamente aquí todos somos ciegos. O si no todos, la gran mayoría si , puesto que no nos damos cuenta de otra gran verdad en la vida, y no es dicha ni comprobada por mí ( Bueno, debo reconocer que dicha si lo es ) .
La amistad es algo realmente compleja y retorcida. No sé si decir que es algo bonito y bondadoso o algo horrendo , algo horrorosamente pútrido y de todo el mal capaz de imaginar por el hombre; pues tan sólo es la humanidad quien crea éste vínculo capaz de matizar tantas verdades y mentiras hasta puntos extremadamente tan falsos y superficiales. Porque he ahí la clave de todo, la falsedad.

Incluso los amigos, y realmente son en especial los amigos (cuando crecemos nos damos cuenta que los amigos de verdad se cuentan con los dedos de una mano, y te sobran dedos…) los que son tan sumamente falsos de sonreírte a la cara, o tenderte la mano para saludarte cuando están contigo, o simplemente con más gente; y después por la espalda te hacen todo el daño que pueden y más. La mano de un niño pequeño suele tener 20 o 30 dedos. La de un adolescente tiene 10, quizá. Nos vamos dando cuenta de la realidad en cuanto va pasando el tiempo, porque las cosas no siempre son como parecen. Uno mismo con los palos que te da la vida se va dando cuenta de las cosas y se auto – educa si es que no tiene alguien que le haya prevenido.

Mi alma está llena de cicatrices, las cuales no dejan de gritar de dolor, ondean sus propias banderas clavadas en territorios lejanos, cada una en su propia parte de mi corazón.

Gràcies per haver-t’ho llegit. És molt important per a mi.
Això és el veritable detall.